Los documentos más usados para la búsqueda de información de este fondo privado son los testamentos, inventarios, actas notariales, ejecutorias de nobleza y las genealogías. En la serie de legajos pertenecientes a escribanías y testamentos de la familia Guevara, encontramos gran cantidad de documentación de muchos otros personajes, como por ejemplo, de Doña Juana Baptista de Guevara García de Alcaraz, nieta de Don Juan de Guevara García de Alcaraz o el testamento de Don Juan de Guevara Aguilar. La mayoría de estos testamentos conservados se tratan de traslados realizados por descendientes muy posteriores para justificar su nobleza.
Destaca el gran tomo “Inventario de bienes de Don Juan de Guevara”, esta documentación pertenece al Archivo Notarial. En ella se realiza un inventario exhaustivo de todos sus bienes, explicando habitación por habitación todas sus pertenencias, no sólo del Palacio de Guevara, sino de todas sus propiedades. Encontramos datos muy curiosos como las anotaciones en el inventario de “Dos libras de chocolate”; “una libra de azúcar”; “una casaca de mujer de vaso lino negro”; “dos asadores”; “cadena de hierro para burra, valorada en tres reales” (…) Todas y cada uno de los elementos que forma esta larga lista han sido valorados y tienen un precio. Por ejemplo, una de las propiedades que tenía la familia en la Calle del Álamo en Lorca, tenía un precio de 40.800 reales.
El interés de esta larga lista radica en la utilidad para la reconstrucción de los bienes y propiedades del hidalgo, así como para ver la riqueza de estas familias. También nos es útil para conocer detalles, como que el famoso retrato ecuestre de Don Juan de Guevara no aparece en este inventario de bienes, lo que puede indicar de que el cuadro se pintó tras su muerte, esto concuerda con el marcado carácter de exaltación del retrato. Este gran retrato ecuestre, que podemos observar en la imagen, se cree que puede ser obra del pintor Senén Vila, realizado en 1691 pero recientes estudios alegan que el retrato fue mandado realizar por Isabel Pérez Meca una vez enviudada en honor a su marido.
Gracias a los datos aportados por el Padre Morote, conocemos que la familia Guevara, conocida como “Ladrones de Guevara” poblaron la ciudad de Lorca tras participar en su reconquista. Desde siempre han ocupado los cargos más honoríficos. Como menciona Juan Guirao García, “la vocación por la jurisprudencia, la dedicación a las armas y el afán por la posesión de tierras” revela los rasgos fundamentales sobre esta familia, estos tres elementos los observamos en nuestro personaje principal. La fuerte personalidad de Don Juan de Guevara García de Alcaraz, ejemplo de mentalidad condicionada por el ambiente social de la época, explica el estilo arquitectónico que tiene el Palacio que no deja de ser una extensión de su personalidad.
Gracias al artículo de Pedro Segado Bravo, conocemos un poco mejor la personalidad de este noble, predestinado por su genealogía, posición social y económica a desarrollar un palacio de magnas características; había heredado los títulos de nobleza e hidalguía de su padre, Don Gómez García de Guevara[1].
Don Juan de Guevara, un hombre aficionado más a los caballos que a la lectura, celoso de la herencia conyugal recibida, orgullo de mostrar un linaje limpio, característica muy importante de la época, y dotado de una lealtad inquebrantable hacia la corona. En 1679, contraerá matrimonio con su prima Doña Isabel Pérez de Meca, las capitulaciones matrimoniales se realizan el 21 de junio de 1679[2]. Era cinco años mayor que Doña Isabel, estos datos aparecen en la documentación para alegar la emancipación paterna. Conocemos que Doña Isabel aportó una dote de 5.000 ducados, pero Don Juan no puedo tener acceso al total de la cuantía puesto que parte de ese dinero fue cobrado por su suegro en concepto de los años que vivieron bajo la manutención en casa del padre de ella.
Resulta curioso mencionar que vivió en casa de sus suegros, incluso después de que Don Juan construyese su palacio[3], uno de los motivos que justifica el retraso en habitar el palacio es que, pese a que el palacio estuviera terminado, es probable que en su interior aún no estuviera perfectamente condicionado para habitarlo. Por otro lado, Don Juan de Guevara, que pertenecía a la Orden de Santiago[4] participó en la Guerra de Sucesión a favor de Felipe V, puede ser este otro de los factores que justifican su retraso en habitar el palacio. Recibió el 16 de octubre de 1689 en el altar mayor del convento de religiosas mercedarias de la Madre de Dios, una ceremonia por la que se le concedía el hábito de Santiago[5]. Tras el fin del conflicto, nuestro noble se dedicará a las actividades comerciales centradas en las altas esferas de la sociedad y más concretamente en la compra de esclavos[6]. Probablemente esta compra de esclavos fuera utilizada como mano de obra para surtir toda serie de latifundios, puesto que existe constancia de que se dedicó a la cría de yeguas y a la compra-venta de latifundios.
Sin descendientes varones[7], tuvo dos hijas, Doña Beatriz y Doña Juana Bautista. La primera de ellas murió a una edad temprana en 1709, mientras que su segunda hija, Juana Bautista, se emparentó en 1716 con Don Juan de Puxmarín y Fajardo, hijo de la condesa de Montealegre, una importante familia de la nobleza de Murcia. Don Juan de Guevara falleció tres años antes de que su hija Juana contrajera matrimonio.
Tras su muerte, su hija Juana ocupará el palacio en compañía de la viuda, Doña Isabel Pérez de Meca. Algunos de los datos curiosos que figuran en el testamento hacen mención a una serie de esclavos como Juan, herrado en la cara[8]; Antonio, negro atezado, fugitivo; Zelina y su hija Teresa, Fátima (…) que como he mencionado antes, resulta curisoso observar que estos esclavos se cree que se destinaban a la agricultura en latifundios y a su propio servicio doméstico. También en su herencia deja una serie de libros, que probablemente fueran sus únicas lecturas como La perla de Cataluña; Dos rezos de Nuestra Señora; Declaración de la doctrina cristiana; David Perseguido; Establecimiento de la Orden de Santiago; San Juan de Dios; San Nicolás de Bari (…).
Merece la pena mencionar, la rivalidad existente entre Doña Isabel y su yerno Don Juan de Puxmarín, sus diferencias provocaron, que en verano de 1716, Doña Isabel se viera obligada a abandonar el palacio y trasladarse a otra de las propiedades de la familia, bajo la condición de que “Don Juan de Puxmarín y su mujer durante todos los días de su vida se obligue a mantener la vecindad en Lorca, sin poder llevar el marido a la mujer a otra parte ni aunque sea para diversión si no es gustosa”[9]. Las disputas entre ambos, llegaron a necesitar la intervención del Obispo Luis de Belluga “por afán de concordia”, finalmente a la muerte de Don Juan de Puxmarín y de su mujer, heredarán los bienes el primogénito, Don Juan José, que incluirá la casa-palacio edificada por su abuelo.
[1] Archivo Histórico de Lorca, leg 488, Fondo privado de la familia Guevara.
[2] Archivo Histórico de Lorca, leg 500 y en el Archivo Parroquial de San Mateo en el Libro Tercero de Belaciones.
[3] En abril de 1694, Don Juan vivía en casa de sus suegros, esto lo deduce Pedro Sesgado porque en esa fecha Don Antonio Pérez de Meca Ponce de León era regidor perpetuo de Lorca y le exigió a Don Juan de Guevara que le devolviera 300 ducados en concepto de que uno de los sirvientes de Don Juan, llamado Juan Fernández Navarro le había hurtado de su casa. Probablemente este siervo, sea el mismo que en las fuentes se conoce como “esclavo llamado Juan herrado en la cara” que aparece en el inventario de bienes de Don Juan y que apareciera también representado en el famoso retrato ecuestre. Archivo Histórico de Lorca, leg. 566.
[4] Orden de Santiago, hábito que recibe el 16 de octubre de 1689, Ejecutoria de Nobleza, Archivo Histórico de Lorca.
[5] Sobre la construcción de la Casa de Guevara; Artículo de Manuel Muñoz Clares. “El acto comenzó con una invocación a la Santísima Trinidad, a la Gloriosa Virgen y al apóstol Santiago. Inmediatamente, y en presencia del corregidor y de un canónigo, comisario del Santo Oficio además, Don Juan se presentó ante el escribano mayor del Concejo, Fernando Moreno Benavente, y ante Don Alonso de la Jara y Molina, regidor de Cartagena, con el título que le había expedido Su Majestad. Éste fue leído en alta voz y Don Juan reclamó su cumplimiento, que comenzó por tomarlo el de Cartagena en sus manos, besarlo y ponerlo sobre su cabeza en señal de acatamiento. Cerca del altar mayor se encontraban otros tres caballeros, revestidos también de mantos blancos con la cruz de Santiago, que calzaron a Don Juan las espuelas doradas y le ciñeron la espada en el cinto”.
[6] Existen datos de la compra de un esclavo negro en septiembre de 1679, octubre del mismo año la compra de un niño por 60 reales y en 1680 un muchacho moro por el que se pagaron 2.000 reales.
[7] Archivo Histórico de Lorca. Recuento de bienes post mortem de Don Juan de Guevara; entre la gran cantidad de propiedades destacan Pozo Higuera (Borrejas y Ovejas por valor de mil, pollinos, siete perros para el ganado); Puerto Nogalte (casa-cortijo completa, dispone de bodega, mulas, muletas, pollinos, galeras, carros; colmenas, utensilios de labranza); Carrasquilla; Peña Rubia (Cera y miel de 280 colmenas, almendras) (…)
[8]Recibe este apodo porque en 1694 este esclavo, llamado en realidad Juan Fernández Navarro, fue acusado por Don Antonio Pérez de Meca Ponce de León, regidor perpetuo de Lorca y suegro de Don Juan de Guevara, de haber hurtado en su casa. Por ello, según estudios de Pedro Sesgado, el apodo puede deberse al castigo que recibió el esclavo.
[9] Archivo Histórico de Lorca, leg. 618
BIBLIOGRAFÍA
- Lorca: Historia, Arte, Literatura, Economía y Cultura Popular; Cámara Oficial de Comercio e Industria de Lorca, Edición Octubre de 1999
- Lorca Histórica: Historia, Arte y Literatura; Coordinador Juan Francisco Jiménez Alcázar. Edición Caja de Ahorros del Mediterráneo (1999)
- Huellas, Catedral de Murcia, Exposición 2002 (23 enero- 22 julio) Edita Caja de Ahorros de Murcia; Fundamentum Ecclesiae (Pg 174)
- Sobre la construcción de la Casa de Guevara; Manuel Muñoz Clares
- El Saco roto de la pintura religiosa; Manuel Muñoz Clares (1996)
- Potivs Mori Quam Foedari; Cristobal Belda Navarro (1996)
- Don Juan de Guevara y su Casa-Palacio de Lorca (Murcia), un prototipo de mentalidad barroca en el sureste español; Pedro Segado Bravo (Universidad Murcia)
- Blasones y Antigüedades de la ciudad de horca. Murcia, 1741, Edic. original y anastática, Lorca, 1980
Webgrafía
http://www.culturayfestejos.lorca.es/archivo/fondos/archivomunicipal.asp (Última visita 19/12/12)
http://www.lorca.es/monumentosymuseos/monumentosymuseos.asp?id=593 (Última visita 19/12/12)
Proyecto Carmesí (Última visita 19/12/12)
Fotografías: José Manuel Guevara Sánchez
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