jueves, 21 de noviembre de 2013

Un país sin color

Vivimos en un mundo de color, plataformas de información masiva y facilidad de libre expresión. No hace tanto, aunque parezca que pasó una vida, vivíamos en un país sin color. La policía vestía de gris, disolvía manifestaciones pacificas a golpes y se llevaban detenido a todo el que se les antojara. La libertad de expresión estaba perseguida y condenada; excepto unos pocos, todos agachaban la cabeza -con miedo- mientras seguían el rebaño.  Claro, si el pastor no sujeta el rebaño, éste se separa, si le deja pensar, éste piensa, y si el pastor es malo, el rebaño se rebela, salvo que las dos anteriores situaciones se vean suscritas. 
Hoy he sabido que la futura nueva ley de Seguridad Ciudadana -ja- se retrasará una semana. Es un alivio saber que tenemos otra semana de gozo, de colorida diversión mientras puedo reunirme pacíficamente con unos cientos más para criticar algo que no funciona. Cuando esta ley entre en vigor, solo faltará teñir el gris para retroceder a la España franquista. 
Esta futura Ley supondrá la derogación de la denominada como 'Ley Corcuera' de 1992, que pasará de 39 artículos a tener 55, algunos tan disparatados como estos:
-Multas de entre 30.001 y 600.000 euros por organizar o asistir a manifestaciones sin autorización ante el Congreso de los Diputados o cualquier otra Institución Publica.
-Difundir imágenes de los medios antidisturbios durante una manifestación será considerado infracción grave, siendo castigado con multas de hasta 600.000 euros. 
Estas dos medidas son, cuando menos, dramáticas. No solo nos privan de nuestra libertad de información impidiéndonos tomar imágenes de los Cuerpos de Seguridad del Estado, también nos impiden manifestar nuestra disconformidad con el sistema político de este país. Nos viene a decir: "manifiéstese en su casa, su bar, su plaza o su lugar de trabajo, pero como se acerque al ayuntamiento le multo, le golpeo y no dejo que lo grabe". 
También me llama la atención otro de los puntos de esta futura ley: Insultar, vejar, amenazar o coaccionar" a los miembros de las fuerzas de seguridad será considerado falta grave, de 1.001 a 30.000 euros de multa. También otorga esta ley la posibilidad de que la policía acordone una zona o "acote" una manifestación, es decir, adiós a los escraches.
Los ecologistas no se libran, protagonizar protestas que alteren el orden frente a "infraestructuras criticas" como una central nuclear o aeropuerto será falta grave, penado hasta con cien millones de las antiguas pesetas. 
Otras medidas penadas serán la Prostitución en la vía publica cerca de lugares frecuentados por menores. El maltrato de animales en espectáculos no autorizados o el traslado de toxicómanos a zonas de venta de droga.


Nos "elitizan" la cultura y la sanidad con brutales e inhumanos recortes. Machacan nuestra economía, nos vejan con sueldos denigrantes, nos roban nuestros propios políticos o banqueros con una impunidad que hasta duele. Vivimos en un país que pasa hambre, es corrupto y tratan de atontarlo, pero aunque disfracen la represión en seguridad, sigan limitando nuestra libertad y nuestros derechos civiles, siempre habrá alguna oveja que se escape del rebaño.


Andrés Ruiz Sanz 

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